Durante mi desarrollo personal y profesional he tenido la oportunidad de recorrer varias veces todo el país, pero desde hace varios meses he podido ir recorriéndolo profundamente, pueblo por pueblo, casa por casa, inmerso en una campaña presidencial que pretende hacer las cosas diferentes, convencidos que esa es la única forma para obtener resultados distintos.
He visto de cerca las necesidades insatisfechas de miles de venezolanos; en muchas caras he visto una expresión de esperanza y en muchas otras, el sinsabor de la decepción. He conversado con madres que añoran a sus hijos secuestrados por la guerrilla; converso a diario con aquellos que sueñan progresar y con los que se sienten a gusto con el acostumbrado paternalismo de nuestros gobernantes, he visto que la dictadura es más cercana a lo que pensamos, o que al menos la plataforma está montada para aplicarla cuando los ciudadanos decidamos dejar de luchar por los valores democráticos.
En este parapeto de gobierno juega un papel muy importante eso que han denominado Poder Comunal. La "Revolución Bolivariana" ha levantado la bandera de este poder como una de las bases fundamentales de su estrategia continuista. Es cierto que la fortaleza de Hugo Chávez reside en las comunidades más pobres del país y que ese poderío le ha permitido mantener unos niveles de popularidad realmente sorprendente a pesar de 13 años de un mandato que ha carecido de gestión eficiente, sin embargo, es importante conocer el porqué de ese arraigo en los sectores populares cuando desde hace años el presidente no visita ninguno de ellos.
En las comunidades más pobres del país, en los pueblos más alejados de las ciudades más importantes de cada estado, se ha constituido con una eficiencia y penetración envidiable toda la estructura del Poder Comunal. Los Consejos Comunales constituyen en cada uno de estos sitios, una forma de delegación del poder que ha sido utilizado para mantener el apoyo incondicional a la revolución. Toda esta plataforma permite asignar a aquellos fieles servidores de la revolución, adoctrinados en el socialismo del siglo XXI, una cuota de poder de bajo costo y muy alto impacto. En mis visitas he constatado que en muchos casos el presidente del Consejo Comunal es el encargado de dirigir el Mercal o PDVAL de la zona, controlando a su juicio la "soberanía alimentaria" de su zona de poder. He visto Mercales donde se les prohíbe la entrada a cualquier persona que milite en un partido de oposición o que desde una posición independiente esté en desacuerdo con las políticas oficialistas, también he visto como en algunos Consejos Comunales se les niega algún trámite que se concede sin recelo a cualquier "activista" del oficialismo. He conversado con muchas personas que me dicen que deben ser "chavistas" para poder tener acceso a la comida o algún beneficio que en lugar de ser para todos los venezolanos, sólo favorece a los que visten la franela del partido de gobierno... orgullosamente.
En este sentido, el Poder Comunal no es más que el mecanismo de chantaje donde se fundamenta todo este entramado antidemocrático que utiliza el miedo, la coerción y el abuso de poder para ganar adeptos al socialismo. El reto de la oposición venezolana se centrará en vencer el miedo en cada uno de esos sectores, el del oficialismo será acrecentarlo así como fortalecer la relación de dependencia gubernamental. Sin duda, uno de los grandes retos de un nuevo gobierno será reformar la estructura del Poder Comunal para que realmente sea un mecanismo ciudadano enfocado en lograr beneficios para la comunidad y no un artificio gubernamental para comprar voluntades.
Finalmente y como reflexión personal, creo que hace mucho tiempo Chávez vivía en el corazón de los venezolanos, pero hoy vive en sus bolsillos o en sus estómagos, así como lo hacen los líderes de los grandes imperios. Qué curioso viniendo de alguien que ha declarado su lucha frontal contra el imperialismo, ¿no creen?.
RBR
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