jueves, 8 de septiembre de 2011

"Al censo lo que es del censo"

En la antesala de un año electoral, y no de cualquier elección sino en la que se pone en juego la continuidad revolucionaria en el poder; en un ambiente cargado de polarización, pero sobre todo, cargado de mucho miedo; en una sociedad donde repugnan las etiquetas y la eterna costumbre de ser catalogado y encasillado; en esas condiciones emprendemos la titánica tarea de llevar a cabo el Censo 2011. 

Los censos buscan darnos, con propiedad, las cifras para conocernos como estamos distribuidos, para tomar la foto de nuestra sociedad y proyectar el álbum que completaremos en los próximos años. Organizaciones Políticas, organizaciones no gubernamentales, y el Estado son los principales beneficiados con la información emanada de los censos, pues le permiten realizar sus planificaciones y coordinar sus estrategias basados en números semejantes a la realidad. Sin duda, la importancia de un censo no es discutible. 

Ahora bien, en Venezuela las condiciones no están dadas para aplicar un censo, o siendo más específico, a muchos nos preocupa el trato que se le pueda dar a la información recopilada de cara al escenario electoral del próximo año y basado en las anteriores experiencias donde algunas listas han servido para etiquetar a la gente y establecer mecanismos de presión, que en muchos casos han vulnerado la voluntad de elegir, cambiando decisiones no por convicción sino por el temor a perder a fuente de empleo o convertirse en un perseguido de la revolución. 

¿Qué tan fiable puede ser un censo realizado bajo estas condiciones? En donde probablemente las personas que viven solos responderán que comparten su hogar con al menos 2 personas más, por el temor de ser expropiados o que se haga realidad el mito de las “casas compartidas” donde complementarían el espacio que te sobra con aquellas familias a quienes les falta. Esto sólo por poner un ejemplo. 

La regla es clara: “al censo lo que es del censo”. Toda pregunta que te genere inquietud puedes pasarla por alto, sin embargo el cuestionario difiere muy poco del utilizado en el Censo 2001, lo que ha variado es la confianza que tenemos los ciudadanos en las instituciones nacionales y por ende nuestra actitud frente a este evento. 

Mi invitación es a participar y a responder, al menos, las preguntas que no les generen suspicacia, con tranquilidad y apostando a que esta información será utilizada en 2012 por un nuevo equipo que le dará el uso debido y más satisfactorio para todos.

RBR

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