Así como el olor a tierra mojada nos hace rememorar la lluvia, en tiempos de campaña electoral son muchos los actores que nos hacen recordar la Venezuela que soñamos.
He estado pensando que somos responsables de abandonar nuestros sueños por un “día a día” que nos consume y una polarización que va más allá de lo que muchos somos capaces de soportar, pero que es apenas el inicio de lo que otros tantos son capaces de promover; responsables de abandonar ese sueño de crear una Venezuela grande, donde quepamos todos, por el de una Venezuela con unos y sin otros. Somos responsables de una hostilidad que se promueve desde los espacios de poder, pero que se practica en los lugares más comunes de nuestra cotidianidad.
Sin embargo, la invitación es a ir más allá, es a cruzar la línea y ponernos del lado de esos que no descansan por construir la Venezuela que soñamos, de los que sueñan y materializan a diario, con sus acciones, ese país en el que nos gustaría vivir y del que nos sentimos profundamente orgullosos, es sumarnos a una causa y hacerla propia, pero sobre todas las cosas, hacerla incluyente porque esa Venezuela de sueños compartidos nos necesita a cada uno de nosotros, dispuestos y con los objetivos claros.
Necesitamos a la Venezuela Posible, la Venezuela del Cambio y a la Mejor Venezuela, a cada una de ellas y a quienes la promueven, pero las necesitamos juntas y remando hacia el mismo sentido, proponiendo un país que se sustente en empleo y educación de calidad, donde se respete el valor de la vida y la democracia sea practicada y no tan sólo predicada, necesitamos un país donde nuestros niños sean formados para emprender los retos de la Venezuela del presente y el futuro, necesitamos un país donde se garantice la seguridad, ciudades que podamos caminar libremente sin temor a nada, servicios públicos y privados de calidad, un país donde las instituciones y quienes las conforman conserven su integridad por encima de cualquier intento de corromperlos, necesitamos universidades donde se promueva la investigación y el desarrollo, necesitamos empoderar a las regiones para que avancen en sus transformaciones locales, necesitamos esfuerzo y dedicación.
Necesitamos de ti y de los tuyos, pero también de mí y de los míos. Necesitamos de todos para la construcción de la Venezuela que soñamos y tenemos una oportunidad de oro para lograrlo.
RBR
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