Si hay algo en lo que coincidimos es que definitivamente Venezuela no es la misma que hace 11 años atrás. No podemos negar que tu llegada trajo esperanza para muchos (la gran mayoría de aquel entonces) y dudas y resistencia para otros (la gran mayoría de hoy en día).
Hoy Venezuela es un país en guerra y eso lo dicen las cifras semanales de muertos por causa de la inseguridad, hoy nos racionan la electricidad y no porque estemos en una "nota ecológica", sino porque la ineficiencia no nos permite generar más energía, aun cuando contamos con los medio necesarios para hacerlo. En la Venezuela de hoy ya los privilegios no son para los blancos o los verdes, pero tampoco son para todos, hoy son los rojos los que gozan al propio estilo de la cuarta república. Hoy en día no firmamos contratos ni acuerdos con naciones que estén encaminadas hacia el progreso, preferimos aliarnos con aquellas de dudosa procedencia democrática. En la Venezuela de hoy los campos son sólo parte del paisaje, puesto que por política de Estado, hemos dejado de producir para pasar a ser importadores de lujo. Hoy en día la libertad de expresión se negocia con dueños de medios de comunicación a los que se le dictan las pautas de las entrevistas y los entrevistados. En la Venezuela de hoy los jóvenes universitarios tienen que hacer huelgas de hambre para reclamar por sus becas y por un presupuesto justo para sus universidades, mientras que se hacen donaciones millonarias a universidades extranjeras. En la Venezuela de hoy se inhabilita a cualquier político que incomode a quien ocupa la silla (imagino que roja) de Miraflores. En la Venezuela de hoy el presidente sigue comiendo salmón y el pueblo sigue comiendo sardinas (si las encuentra).
Teniendo el rancho encendido, a ti no se te ocurre mejor idea que irte a pasear por Latinoamérica, buscando aprobación en otros teatros de una obra que repudiamos en la escena local, vas y recibes un premio que contrasta con tus acciones y de paso regalas el dinero de todos nosotros. Empeñando el futuro de quienes te siguen y de los que nos oponemos a tu gobierno.
Definitivamente se te acabó la fórmula que te hacía infalible o a tu gente ya no le interesa tanto que seas perfecto, lo cierto es que te estás equivocando y cada paso en falso te cuesta un poco de la añorada reelección. Ya el pueblo, ese al que tanto le has mentido, se está quitando las vendas y está descubriendo las mentiras que escondes detrás de tus palabras y promesas. Con el país en crisis ¡y tú, te vas de gira!
RBR
No hay comentarios:
Publicar un comentario