domingo, 17 de marzo de 2013

Ahora que nos gobierna el entorno

El presidente Chávez creó, casi desde su llegada al poder, un culto personal que le permitió anclare en la silla presidencial durante 14 años porque una enfermedad le impidió que fueran al menos 20. Con un gobierno que ha recibido una cantidad de recursos inimaginables, provenientes de la actividad petrolera, las obras y avances del país reflejan poco, por no decir nada, la inversión de ese dinero en tierras venezolanas.

Desde un principio fue criticado por su ineficiencia y mala gestión, pero el aura que lo protegía, ese fanatismo que envuelve a sus seguidores, nos respondía con convicción que no era su culpa, que él era un hombre bueno, pero su entorno estaba plagado de incompetentes, ineficientes, corruptos... Gente que no permitía que la revolución avanzara como lo quería el presidente. Incluso, podemos recordar las tantas veces que en cadena nacional, el presidente regañaba a su equipo por no cumplir con sus compromisos.

En este sentido, al pueblo chavista se le presenta un gran dilema. Ese entorno corrupto, incompetente, ineficiente y por qué no, aburguesado, es el que toma hoy las riendas del país, de forma arbitraria y mostrando al mundo su capacidad de instrumentar todos los poderes del estado con la única finalidad de perpetuarse en el poder. Desde el 8 de diciembre, fecha en la que el presidente Chávez se dirigió por última vez al país, Nicolás Maduro ha hecho las veces de presidente encargado y hemos visto como "ese entorno" ha perfilado lo que puede ser un gobierno bajo su mando. En tan sólo 100 días devaluaron la moneda un 46,5%, permitieron que la escasez alcanzara un 20%, que la inflación siguiera su camino ascendente, no han logrado controlar la gran cantidad de muertes violentas que se producen diariamente y se atrevieron a jugar con los sentimientos de muchos venezolanos asegurando la recuperación constante del presidente, cuando desde un principio sabían que eso no era posible.

Así es el entorno que hoy, haciéndose llamar los "hijos de Chávez", le piden al pueblo su voto para aventurarse a gobernar nuestro país. Así, usando como su única credencial haber sido fieles al presidente. Osando hablar de inseguridad y de sus estrategias para resolver este problema cuando en 14 años han hecho más de 15 planes de seguridad y todos han fracasado. Esa es, estimados lectores, la mejor oferta que pueden hacerle al país, un candidato homofóbico, aburrido, que carece del carisma que intenta imitar y que utiliza morbosamente la imagen del difunto presidente Chávez para hacer su campaña, porque sabe que no tiene nada mejor que ofrecer.

Ahora que nos gobierna el entorno, me pregunto qué dirán los que siempre nos decian que no era culpa de Chávez, ¿se atreverán a darle su voto?. Estoy convencido que esta oportunidad que se nos presenta el 14 de abril, no podemos desaprovecharla. Debemos salir a votar, convencidos que tenemos un líder con un equipo y propuestas que nos permitirán caminar hacia el progreso a todos los venezolanos, sin importar como piensen. La decisión está, como siempre, en nuestras manos.

RBR

1 comentario:

Pedro Mancera dijo...

Más allá del hecho de que los herederos de Chávez sean todos una incapaces que lo único que sabían era adularlo y obedecer sus órdenes ( hay esta Jaua que dejó morir sin ningún remordimiento a Franklin Brito ), entre las más fuertes debilidades es que quien tomaba las decisiones a las que todo el mundo obedecía sin pestañear, simplemente ya no existe. Paradójicamente ahora la oposición si cuentan con un líder que se ha sabido ganar su puesto y el respeto de los otros.