Actualmente vivimos en un país donde se nos prohibe soñar, donde un caudillo con un discurso trasnochado y resentido tiene 14 años secuestrando el optimismo de todos los venezolanos. Vivimos en una Venezuela donde tener aspiraciones pasa por vestir de un color y pensar de una forma determinada. Ese es el país de hoy, el que la inmensa mayoría rechaza y en el que unos pocos pretenden monopolizar el poder para seguir llenando sus arcas.
La Venezuela de hoy no se parece a la que alguna vez soñaron nuestros padres y mucho menos a la que queremos regalarle a nuestros hijos. El país de la indiferencia, de la polarización, del atraso y el estancamiento, esa nación de rojos y azules es una realidad a la que no podemos darle la espalda por mucho más tiempo. Esta realidad nos exige ser protagonistas de un cambio. Llegó la hora de recuperar el tiempo perdido y encaminarnos hacia una nación que progrese de la mano de todos sus ciudadanos, sin distingo alguno, donde el beneficio sea realmente para todos por igual.
Este domingo tenemos en nuestras manos la oportunidad de escribir y ser parte de la historia cuando juntos demos un gran paso hacia la construcción de una verdadera democracia en el país, un sistema que nos respete a todos y nos conduzca al progreso como nación. Este domingo inscribimos mucho más que la candidatura de Henrique Capriles; inscribimos el sueño de millones de venezolanos que trabajamos sin descanso por producir un cambio significativo y productivo para todos.
Inscribiremos 14 años de aciertos y desaciertos, 14 años de profundo aprendizaje, inscribiremos ese sueño de traer de vuelta a nuestros amigos y familiares, esas ganas de conseguir un empleo digno que nos permita formar una familia, acceder una vivienda, garantizar un futuro tranquilo a nuestros hijos, el domingo inscribiremos esa posibilidad de tener una Venezuela segura, donde las calles sean de sus ciudadanos y no estén secuestradas por el hampa. El domingo inscribiremos la posibilidad de soñar y hacer realidad nuestros sueños aquí, en este país que da para eso y mucho más.
Caminaremos demostrando fuerza y vitalidad, diciendo que somos muchos los que decidimos dar un paso al frente y sumarnos a la construcción del progreso de todos los venezolanos, caminaremos con alegría y convicción en nombre de aquellos que el lunes tendrán que hacerlo por obligación. Nos vemos el domingo, no faltes. No renuncies a la posibilidad de alzar tu voz y hacerte escuchar. ¡Hay un camino y este domingo lo recorreremos juntos!
RBR
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