Un sismo de 3 millones en la escala del REP sacudió la noche del pasado domingo, 12 de febrero, las inmediaciones del Palacio de Miraflores. Se reportan algunas susceptibilidades heridas en las altas esferas del gobierno nacional y 2 muertos producto de las decisiones injustas y partidistas de un Tribunal Supremo de Justicia al servicio de la “revolución”.
Este 12 de febrero más de 3 millones de venezolanos nos expresamos en un proceso histórico y sin precedentes a nivel mundial. Si bien es cierto que son muchos los países que realizan elecciones primarias para elegir sus candidatos, ni los niveles de participación, ni el clima político adverso a la democracia son parte de los componentes de esos procesos. Más de 3 millones de venezolanos decidimos dejar a un lado el miedo que se pretende infundir haciendo uso del aparato estadal y expresamos nuestro profundo interés de ser protagonistas de un cambio que nos convoca a todos.
Estas primarias cerraron un ciclo de aciertos y desaciertos para la oposición venezolana, representaron el “acto de grado” para un grupo político al que le ha tocado madurar a la fuerza en estos 13 años. Dar el salto de una oposición reaccionaria y contestaria, a un equipo que propone un plan concreto de país y una alternativa que cada vez gana más seguidores, ha sido un camino muy largo y tortuoso, pero la perseverancia en todo este tiempo ha rendido grandes frutos y con toda seguridad, de seguir haciendo las cosas bien, el 7 de octubre confirmaremos que pasarán cosas buenas. Este mensaje se lo doy a todos mis amigos latinoamericanos que hoy enfrentan situaciones similares, es cuestión de tiempo y trabajo duro, de entender que el bien colectivo se impone sobre los intereses individuales.
Tenemos un candidato y no cualquiera, tenemos el mejor candidato. Henrique Capriles Radonski tiene la legitimidad de más de 1 millón novecientas mil personas que confiamos que “Hay un Camino” para el progreso y la Venezuela de oportunidades que todos merecemos. La gran mayoría optamos por un discurso incluyente y conciliador y decidimos dejar atrás las viejas prácticas que en algún momento nos hicieron pensar que un discurso y una forma de actuar radical era la mejor forma de enfrentar a este gobierno. También dejamos atrás la vieja forma de hacer política donde se desconocía la fuerza espontánea de los ciudadanos y se creía en maquinarias que movilizaban y manipulaban la voluntad de cada elector. Aquí cada voto se gana con trabajo, esfuerzo, con hechos; y no con las rentas de un pasado próspero, políticamente hablando.
Nos llegó la hora de mirar hacia adelante, de dar nuestro aporte a una causa común, de trabajar para que el 7 de octubre sean muchos más los venezolanos que logren vencer el miedo y se atrevan a dar un paso hacia una nueva Venezuela. Es tarea de todos hacer esto posible, les pido que no renunciemos a nuestra responsabilidad y nuestro compromiso con la historia.
RBR
Este 12 de febrero más de 3 millones de venezolanos nos expresamos en un proceso histórico y sin precedentes a nivel mundial. Si bien es cierto que son muchos los países que realizan elecciones primarias para elegir sus candidatos, ni los niveles de participación, ni el clima político adverso a la democracia son parte de los componentes de esos procesos. Más de 3 millones de venezolanos decidimos dejar a un lado el miedo que se pretende infundir haciendo uso del aparato estadal y expresamos nuestro profundo interés de ser protagonistas de un cambio que nos convoca a todos.
Estas primarias cerraron un ciclo de aciertos y desaciertos para la oposición venezolana, representaron el “acto de grado” para un grupo político al que le ha tocado madurar a la fuerza en estos 13 años. Dar el salto de una oposición reaccionaria y contestaria, a un equipo que propone un plan concreto de país y una alternativa que cada vez gana más seguidores, ha sido un camino muy largo y tortuoso, pero la perseverancia en todo este tiempo ha rendido grandes frutos y con toda seguridad, de seguir haciendo las cosas bien, el 7 de octubre confirmaremos que pasarán cosas buenas. Este mensaje se lo doy a todos mis amigos latinoamericanos que hoy enfrentan situaciones similares, es cuestión de tiempo y trabajo duro, de entender que el bien colectivo se impone sobre los intereses individuales.
Tenemos un candidato y no cualquiera, tenemos el mejor candidato. Henrique Capriles Radonski tiene la legitimidad de más de 1 millón novecientas mil personas que confiamos que “Hay un Camino” para el progreso y la Venezuela de oportunidades que todos merecemos. La gran mayoría optamos por un discurso incluyente y conciliador y decidimos dejar atrás las viejas prácticas que en algún momento nos hicieron pensar que un discurso y una forma de actuar radical era la mejor forma de enfrentar a este gobierno. También dejamos atrás la vieja forma de hacer política donde se desconocía la fuerza espontánea de los ciudadanos y se creía en maquinarias que movilizaban y manipulaban la voluntad de cada elector. Aquí cada voto se gana con trabajo, esfuerzo, con hechos; y no con las rentas de un pasado próspero, políticamente hablando.
Nos llegó la hora de mirar hacia adelante, de dar nuestro aporte a una causa común, de trabajar para que el 7 de octubre sean muchos más los venezolanos que logren vencer el miedo y se atrevan a dar un paso hacia una nueva Venezuela. Es tarea de todos hacer esto posible, les pido que no renunciemos a nuestra responsabilidad y nuestro compromiso con la historia.
RBR
1 comentario:
Y para lograr esa meta, debemos ser consecuentes: tenemos que dejar de seguirle el juego al inquilino: http://www.cumpais.com/2012/02/3-millones-de-votos-por-el-pecho.html
Antonio
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