viernes, 2 de diciembre de 2011

Nos gobierna la vagancia


Esta semana nos visita un grupo de mandatarios nacionales (33 en total) que inauguran oficialmente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), algunos lo llaman la OEA sin Estados Unidos y Canadá, yo más allá de comentar sobre la esterilidad funcional de este nuevo organismo multilateral, prefiero centrarme en “cómo adornamos la casa” para recibir a los invitados.

Estamos acostumbrados a organizar este tipo de eventos, cada reunión social de nuestro presidente con su grupo de amigos trae dos cosas fundamentales para el país: la primera es que la ciudad donde se celebre el encuentro recibe un “cariñito revolucionario”, algo superficial como un arreglo de vías, iluminación, unas manos de pintura, limpieza de calles y aceras y un reforzamiento generalizado de la seguridad (el trabajo ordinario que debe hacerse, pero que en Venezuela resulta extraordinario); la segunda cosa es endeudamiento. Sí, definitivamente ninguno de los amigos del presidente se devuelve a su país con las manos vacías, visitar al “amigo rico” de la región siempre te permite regresar con un maletín lleno de acuerdos y convenios (en algunos casos también un poco de efectivo), donde nosotros damos petróleo y nos devuelven… frijoles tal vez.

Sin embargo, me llama mucho la atención un hecho en particular, como es de esperarse, la revolución no deja de sorprendernos y para esta cumbre se luce con un tercer factor, algo novedoso y que muestra al mundo su idiosincrasia: la vagancia. El presidente decide decretar un día libre para los organismos públicos y colegios públicos y privados de Vargas y el área Metropolitana de Caracas, buscando con esto desconcentrar el tráfico para dar la sensación (porque en nuestro país todo es una sensación) que la ciudad es organizada. Quiere que “la visita” vea la ciudad en su mejor expresión y por eso no lo culpo, lo culpo de no haber trabajado durante 12 años para que esta imagen no sea producto de “arreglos de última hora” sino una realidad constante para todos los que vivimos acá. Poco me importa que alguno de los 33 presidentes se lleve una imagen falsa de nuestra ciudad, ellos están de visita, nosotros nos calamos el colapso y la desorganización DIARIAMENTE.

Nos gobierna la vagancia y eso demuestra lo poco que el presidente conoce nuestra realidad, en Venezuela no necesitamos días libres, ya tenemos muchos en el calendario, lo que necesitamos es trabajar y generar más trabajo, sólo así superaremos la pobreza y los niveles de estancamiento en los que estamos sumergidos. Pero frente a esto la respuesta es: días libres y una ley del trabajo que pretende reducir la jornada laboral a 6 horas. Eso, estimado presidente, no es revolución ni revolucionario, eso obliga a los generadores de empleo a abrir un turno adicional o limitar su producción para no ocupar el cuarto turno; ambos casos son negativos para todos los trabajadores y consumidores. Generar empleos impuestos a la fuerza no es el camino que nos conducirá al progreso.

A los visitantes les invito a leer la prensa local, no la oficial y a pasearse por las redes sociales donde estaremos dando muestra del país de verdad, no del que ustedes están visitando esta semana. #CumbreDeMentiras

RBR 

No hay comentarios: