A propósito de la celebración del día de la madre el pasado domingo, estuve reflexionando desde bien temprano sobre el rol de la mujer y en específico, el de la mujer venezolana. Este es un debate que he venido dando desde hace mucho tiempo, pero resulta difícil y extenuante en una sociedad con profundas raíces machistas.
Probablemente por conocer de cerca uno de esos casos donde la mujer venezolana es madre y padre simultáneamente, mi opinión sobre ellas esté un tanto sesgada, pero no es sólo eso, es el hecho de salir todo los días a las 6:30 am y observar que en el Metro de Caracas y en el resto del sistema de transporte público, la fuerza laboral está representada mayoritariamente por mujeres; es por estar a diario en una de las empresas más importantes del país y ver que su conducción depende del trabajo de tantas mujeres; es por estar metido de lleno en la política y ver el compromiso y la valentía de todas mis compañeras, que finalmente digo que sueño con vivir en la Venezuela donde se les de el puesto que se merecen.
Muchas son las situaciones que han motivado este artículo: casos de violaciones, violencia doméstica, discriminación sexual, abuso y ¿por qué no?, discriminación política. Sobre este último punto me gustaría profundizar un poco, y es que veo con preocupación que en la discusión política del país la mujer no es tomada en cuenta, al menos no de forma seria. Si analizamos el caso del oficialismo observamos que hay muchas mujeres en puestos importantes, pero que finalmente no han dejado que sean ellas mismas quienes tomen las decisiones pertinentes a su cargo sino que tienen órdenes directamente del ejecutivo que no les queda otra salida más que ejecutarlas, una de ellas y quizás uno de los casos más emblemáticos es Jacqueline Farías, quien hoy ocupa un cargo, que como ella misma afirmó “es uno de los dedos de Chávez, sólo para Caracas”, de esa forma es vista, en resumidas cuentas, la mujer dentro del oficialismo. Por otro lado, la situación en la oposición no es menos degradante o penosa, luego de intensos meses de discusiones en el seno de la Mesa de la Unidad, observo con total incredulidad que por parte de quienes pensamos diferente al actual régimen, el trato hacia las mujeres haya sido similar, si no me equivoco de los 165 candidatos acordados (por primarias o consenso) no más de 10 o 15 representan al género femenino. Estas situaciones me hacen reflexionar sobre si esta frase “los que pensamos diferente” tan repetida por nosotros, cobra sentido cuando las similitudes en la forma de hacer y ver la política, saltan a la vista por sí mismas.
La oposición venezolana no está preparada para que las mujeres asuman, en igualdad de condiciones, los espacios de conducción política del país y probablemente desde el gobierno sólo sean vistas como operadoras políticas que cumplen, sin derecho a reconsideración, las exigencias del ejecutivo; pero lo cierto es que muchos venezolanos no estamos de acuerdo con eso, estoy convencido que la mujer venezolana da para mucho y que es hora de madurar y abrirle paso en un mundo donde tantas veces se lo hemos cerrado: la política. Y al decir que debemos abrirle paso, no lo digo con lástima o porque representen al mal llamado “sexo débil”, lo digo porque tienen los méritos y la capacidad para hacerlo.
Por esto y por tantas otras cosas es que siempre digo y seguiré diciendo, que la mujer venezolana es digna de respeto y mucha admiración.
RBR.
2 comentarios:
aplaudo tu post no por el hecho de ser mujer sino porq planteas muchas cosas q muchos hombres deberían detenerse a pensar! creo q es cierto; tal vez si las mujeres tuviésemos más participación política otro gallo cantaría, pero si lo piensas no es sólo un problema presente en la sociedad venezolana sino en muchos otros países del mundo. apenas algunas naciones han conseguido q sean mujeres quienes los representen pero no suele ser lo habitual. venezuela necesita un cambio y talvez las mujeres lo podrían dar!
Coraline, muchísimas gracias por tu comentario. Definitivamente muchos de los cambios vendrán por parte de ustedes, de eso no hay duda.
Saludos,
RBR
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