La renta petrolera ha sido desde sus inicios tema de gran debate y desconcierto en Venezuela. Algunos apuestan a mantener el negocio petrolero como la fuente principal y hasta única de los ingresos en el país, otros, a los cuales me sumo, apostamos a una diversificación de la economía que no se centre exclusivamente en el oro negro sino que permita desarrollar y fortalecer muchos aspectos en los que somos potencialmente competitivos tales como: turismo y agricultura, por mencionar sólo dos de ellos.
Sin embargo, la irresponsabilidad gubernamental con la que históricamente se han tratado los temas económicos contribuye a la evidente desigualdad en la distribución de riquezas que enfrentamos hoy en día. En la gestión "socialista" que nos ha tocado presenciar por casi 11 años sigue la retórica como gran protagonista de una novela donde el villano siempre será el "Imperio", donde los actores de reparto siempre serán "las clases más desposeídas" y donde contaremos con actuaciones especiales de uno que otro ministro o funcionario corrupto que pasa de una vida modesta a una ostentosa como por arte de magia, demostrando que bajo las consignas de la Democracia Social, de la Social Democracia o del Socialismo del siglo XXI, los que siempre salen beneficiados son los amigos cercanos a quien lleva las riendas del país y no "el pueblo" como en encendidos discursos populistas nos hacen creer.
En el pasado vivimos una Venezuela de 4,30 donde los vuelos internacionales eran cada vez más frecuentes, claro está, para las clases más altas de la sociedad, donde fuimos reconocidos en algunos sitios del mundo no por nuestros grandes desarrollos tecnológicos o culturales sino por la denigrante frase: "está barato, dame 2". Hoy estamos en la Venezuela de 2,15 pero curiosamente esta cifra representa un 50000% de diferencia en términos reales con el antiguo 4,30. La historia se repite con algunas variaciones, sólo unos cuantos tenemos la oportunidad de salir del país, cada vez menos por las continuas limitaciones en las respectivas asignaciones de divisas y ahora nos conocen por una repetida pregunta: "¿puedo raspar la tarjeta?".
Sin duda, ninguno de los escenarios ha pintado bien para el país pese a que algunas personas han sacado provecho de estas situaciones y acumularon grandes fortunas, Venezuela sigue teniendo una población mayoritariamente pobre, con la moral desviada hacia el facilismo, con un sistema económico intervenido por bomberos que sólo apagan incendios y con gobiernos que sólo cambian de consignas y colores, más no de vicios y metodologías.
La solución: darle paso a la participación de la empresa privada, diversificar la economía, dejar de ser un estado empresario, establecer políticas fiscales que se traduzcan en beneficios para todos, eso y mucha honestidad en el manejo del tesoro público pueden representar una enorme diferencia.
RB.
3 comentarios:
Muy buena apreciación Rafa, debo decirte que coincido contigo en gran parte de lo que dices. Quizás te haría la observación de que en épocas pasadas "mal que bien en democracia", siendo nosotros unos niños, los actores del momento pudieron haber trabajado y activado una serie de mecanismos en el país, que sirvieran de contribución a "sembrar", hablando en términos económicos, propuestas que devinieran en políticas económicas coherentes. Lo que se pudo haber traducido hoy en día, en "recoger" los frutos de la diversificación económica, estabilidad monetaria, baja inflación, etc. En la actualidad, esa oportunidad se ha perdido... tal y como lo dicen a vox populi los voceros gubernamentales, nos encontramos en una etapa de transición donde muchas instituciones desaparecerán y otras permanecerán... yo agregaría: donde el modelo de aparato productivo-económico actual (si es que puede llamarse así)empeorará o se destruirá. Es poco y nada lo que puede hacerse al respecto, no queda más que estudiar y prepararse en el tema, para que llegado el momento, se pueda contribuir al país, contrario a lo que hicieron muchos que se hicieron la vista gorda, responsables de gran parte de lo que hoy se vive en Venezuela.
Nicolás, muchas gracias por tu comentario. Coincido plenamente con la parte que le agregas al artículo. Ahora bien, la oportunidad de salir adelante siempre existirá y es responsabilidad de todos los que sentimos ese deber como propio hacerlo posible.
Que hacer? para mi existen 2 líneas de acción; la primera la mostrastes en el post siguiente: predicar, hermano; más que convencer la democracia es cuestión de planteamiento ya que es imposible que podamos convencer a alguien; cada quien se convence a si mismo; pero lo que si puedo hacer es, en el planteamiento, darte los argumentos que aportan valor a la propuesta.
2) dejar de ir en contra del gobierno y sí a favor del Pueblo. Me explico: Chávez afianza todo lo que hace en su "amor" por el Pueblo y se defiende diciendo que todos los ataques de la Oligarquía apatrida tiene como fin derrocarlo a él y negarle al Pueblo los beneficios que siempre le negaron en la IV República. Y que crees, la mayoría del Pueblo acepta esa tesis. Así que la Oposición ataca la mala gestión del gobierno y termina metiéndose autogol.
Cuál es mi planteamiento: que la Oposición siga haciendo sus señalamientos poniendo el foco en las necesidades no satisfechas del Pueblo y no en la ineficiencia del gobierno(por acción u omisión).
Ejemplo: será igual que la Oposición denuncie que el gobierno corrupto (o sus chavofuncionarios) no han cumplido con las 20 casas prometidas a la comunidad x hace x tiempo; a: sr. presidente, defensora del Pueblo, Contraloría, AN, la comunidad x continúa esperando las 20 casas prometidas por el presidente hace x tiempo; se aprobó presupuesto; se abrió el proceso licitatorio para este proyecto??? La comunidad necesita una respuesta inmediata...
Cuál sería la percepción del Pueblo???
Espero se entiende lo que trato de explicar¡¡¡¡¡¡
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