Anoche me acosté con la sensación de vivir en un país donde la inseguridad o nos quita la vida o nos lleva las ganas de vivir dignamente. Donde echar pa' lante significa dar un paso al frente y 2 hacia atrás y eso cuando estamos optimistas, me acosté pensando que vivo en un país donde las grandes ideas van a dar a un contenedor enorme de basura en el que se depositan nuestros miles de sueños frustrados. Me acosté reflexionando sobre lo duro que ha sido mi juventud y tratando de escapar a cualquier pensamiento sobre cómo iba a ser la etapa que le sigue. Me acosté decepcionado de ver como el trabajo es un lujo que pocos nos damos. Entendí que pensar en futuro se hace imposible cuando el presente es incierto. Me acosté saboreando la amargura que te deja el saberte encerrado en un laberinto al que "por ahora" no se le ve escapatoria alguna.
Pero hoy... Hoy me desperté soñando con muchas mas fuerzas, me desperté con la convicción de estar en una tierra donde los milagros son cotidianos, donde ser líder es lo común, me desperté entendiendo que con tan sólo voltear la mirada hacia los liceos, universidades, puestos de trabajo formales o informales, puedes tener la seguridad que el futuro está garantizado y que el presente va dando pasos firmes, me desperté viendo en nuestras diferencias la fórmula para encontrar las soluciones que se necesitan, porque al final de cuentas dependemos los unos de los otros, desperté sintiéndome protagonista de una historia de la que estoy profundamente orgulloso. Desperté con la ilusión de ver crecer a mis hijos y a los tuyos en ese país que nuestros padres no nos dieron, en esa Patria Grande que hoy más que nunca debe dejar de ser una promesa.
Hoy decidí hacer esos sueños realidad, decidí salir a convencerme que la Venezuela en la que vivo dista mucho de ser la que soñé pero que vale la pena trabajar por ese sueño.
RB.
4 comentarios:
Hay que soñar depiertos! muy buen artículo
Gracias mi pana, un abrazo. Recuerda que esta ventana estará siempre abierta para tus artículos. Saludos.
Hola
comparto contigo ese sueño de hacer una Venezuela grande, construida entre todos nosotros; sabiendo que lo importante es compartir el objetivo aunque no compartamos la ruta que debemos seguir para lograrlo. Eso es lo grande, con nuestras diferencias todos aportamos y podemos blindar los logros. La ruta a seguir la decidimos por mayoría, democráticamente, como debe ser.
Cuando caminamos hacia un objetivo no hay fracasos, solo aprendizajes. Descubrimos lo que funciona y lo que no funciona.
Ánimo que no estamos solos.
Muchas gracias por tu comentario. Siempre intento hacer que mis lectores sepan que los políticos somos personas normales que sentimos y padecemos a diario lo que el resto de los ciudadanos viven, que no estamos lejanos a esa realidad y creo que solo así podemos identificarnos con la gente. Muchos nos acostamos con decepciones, lo que nos hace realmente estar dentro de la política es esa fuerza que no sabemos de dónde viene pero que nos da en cada mañana la convicción de seguir adelante.
Saludos.
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