¿Cuándo les llegará la hora?

Esa pregunta recorre la mente de muchos de nosotros buscando una respuesta satisfactoria, pero chocando siempre con una realidad que atropella cualquier retazo de esperanza. Probablemente esta interrogante se preste a malos entendidos y antes de ser acusado por "apología" a... alguna razón que se les ocurra, prefiero explicarme.

Al hacer esta pregunta me refiero sin duda alguna a la "alternativa democrática" esa que congrega, como en los tiempos del Rey Arturo, a unos caballeros apostados en una "mesa", imagino que redonda, para ser fiel a la historia. A ellos les invito a responder: ¿Cuándo les llegará la hora? de dejar de hablar y empezar a escuchar (nos), de dejar de escribir y empezar a leer (nos), de dejar a un lado las eternas campañas y empezar la gestión, de abandonar sus intereses personales y trabajar por los colectivos, de aparecer sin tener una cámara de televisión en frente. Simplemente, ¿cuándo?

La colección de Reyes Arturo apostados en su mesa, no ha entendido que la problemática del país va más allá de procesos electorales, de reuniones en oficinas hasta altas horas de la noche. No. A éste país lo que le hace falta son muchísimas propuestas y líderes realmente alternativos, no de aquellos cuyo único argumento es: "haremos lo contrario a lo que se ha hecho hasta ahora".

Ya los venezolanos aprendimos y le exigiremos propuestas claras y proyectos factibles en lugar de promesas, por lo que esperamos no se les vaya la vida, esa misma que juraron dar, decidiendo la lista de candidatos entre su abanico de métodos y contemplen al menos un tiempo prudencial para mostrarnos sus propuestas de cara a la A.N.

RB