jueves, 4 de octubre de 2012
Sólo les pido un día de su tiempo
Rafael Bello Rosal // Sólo les pido un día de su tiempo
En estos meses de campaña hemos construido un proyecto que ha venido de menos a más, que ha ido creciendo e involucrando cada vez a más personas. Nos atrevimos a soñar con una Venezuela mejor y posible, y en nuestro paso por el país hemos asumido la incansable tarea de hacer que nuestro sueño sea el de miles y miles de venezolanos. Conocemos lo que sufren las personas más desposeídas y olvidadas del país, porque hemos llegado hasta sus casas y hemos hablado directamente con ellos. Crecimos e hicimos crecer a un país que vibró con una campaña como pocas, una campaña de altura como la que se merecían todos los venezolanos.
Henrique Capriles es un líder que cree en el trabajo en equipo y que se enfocó en construir una estructura amplia, sólida y comprometida con una causa superior. Ese equipo llegó a cada rincón del país, dejando atrás cientos de kilómetros de carreteras, largas horas de espera en aeropuertos, más de 300 pueblos visitados en una dinámica frenética, casas y refugios donde se vio que esa Venezuela donde la prioridad son los venezolanos, es sólo una pieza discursiva del monólogo desgastado y trasnochado de un personaje al que le quedó grande la banda presidencial.
Hoy les digo con orgullo que somos muchos los que formamos parte de una historia única e irrepetible. Recuerdos hay miles, tantos como para escribir un libro. Pero el trabajo no está totalmente hecho. Ahora viene la parte donde cada uno de ustedes asume su papel protagónico. Llegó la hora de demostrar que el esfuerzo no fue en vano, que la emoción que despertó esta campaña puede convertirse en una fuerza electoralmente tangible. Llegó la hora de evolucionar, de cerrar un ciclo de muchos errores y aprendizajes, para abrirle las puertas a un proyecto que busca generar progreso para todos los venezolanos, sin distinción alguna.
Miles de hombres y mujeres dejamos atrás a nuestros amigos, familiares y nuestros sueños personales para construir un proyecto que es para todos por igual. Tenemos meses fuera de nuestras casas porque nos dimos cuenta que esas voluntades ya estaban convencidas y que era fuera de nuestra zona de confort donde se encontraba el verdadero reto. Lo hicimos con convicción, ahora sólo te pedimos que nos des una oportunidad para demostrar que las cosas se pueden hacer bien. Te pedimos que te atrevas a vencer el miedo y que cuentes con la garantía de tener de nuestro lado una mano amiga y responsable. Hoy sinceramente les pido un sólo día, una jornada completa, agotadora, estresante, pero a la vez reconfortante y esperanzadora. Una jornada que no tiene espacio para quejas, en donde poco importa si llueve o si el sol es inclemente, en donde las largas colas deben darnos la alegría de ver que cada vez son más los que se suman a nuestra causa; un día para no perder el tiempo en rumores, ni en peleas estériles. Disfruten ese día, porque en condiciones similares nosotros hemos disfrutado cientos de días de campaña, sin descanso.
Tienes en tus manos la oportunidad de decidir qué quieres para ti, para tu familia y para tu país en los próximos 6 años. Vota por ti, vota por tu futuro. Nosotros votaremos por ti.
RBR
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