jueves, 2 de febrero de 2012

Ya que no pudiste sacarlos de las calles...

Hoy nuestro país nuevamente se convierte en el epicentro de las críticas y el estupor del mundo entero. Esta misma semana un nuevo hecho nos hace ver como una nación que lejos está de convertirse en una potencia revolucionaria, pero si muy cerca de ser en un país disfuncional en todos los sentidos.

La semana no sólo empezó con el ya acostumbrado número de muertes violentas producto de la "sensación de inseguridad" que vivimos, sino que para completar la rutina, aparece una foto de unos niños en el 23 de Enero (una importante barriada caraqueña) portando armas largas. Así es, probablemente estos niños no tengan mucho más de 10 años y tenían en sus manos un armamento de alto calibre que seguramente usted y yo sólo hemos visto en películas.

De todas las cosas memorables de este gobierno, sin duda alguna, luego de haber visto esa foto se me vino a la mente aquella frase épica del Comandante cuando dijo que "se quitaría el nombre si no lograba sacar a los niños de la calle", mucho se ha dicho sobre esa frase, pero luego de esta foto creo que ya no hay nada que decir. El presidente se dio cuenta que no era fácil sacar a los niños de la calle, que requería trabajo, esfuerzo e inversión en el país y nada de eso estaba contemplado en su plan de acción para gobernar nuestra nación, por lo que en un intento desesperado por cumplir su promesa ha decidido "armar" a los niños y de esta forma garantizarles al menos una fuente para conseguir su sustento, esta fuente aunque no es la más digna, es la más cotizada en Venezuela, y me refiero al delito.

Es más fácil inducir a la juventud a que tome el camino más sencillo para conseguir el sustento diariamente, sin embargo, esto no garantiza que esa solución sea productiva para él, para su entorno y mucho menos que sea sostenible. Ver a un niño portando un arma debe representar para cada ser en el mundo un motivo de indignación supremo, debe decirnos lo mal encaminada que está nuestra sociedad y debe recordarnos la inmensa deuda que tenemos con las generaciones presentes y futuras. Hay una generación que está pagando indebidamente los errores de aquellos que hoy gobiernan y la indiferencia de todos los ciudadanos que estamos en su entorno.

Mientras los altos funcionarios del gobierno critican la foto y no el hecho en sí, también existimos muchos que no nos hemos atrevido a levantar nuestra voz de protesta frente a este hecho. Esto debe ser motivo de reflexión, pero sobre todas las cosas, debe ser un motor que nos impulse a dar un cambio.

Yo sí sueño con ver niños "armados", pero como me armaron en mi casa y en mi colegio: con útiles escolares e implementos para hacer deporte. Esas son las armas que debe tener cada niño de este país, esas son las que debemos garantizar y créame señor Presidente, esa es la mejor forma de sacar a los niños de la calle.

RBR

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