jueves, 17 de febrero de 2011

Cómplices de la Revolución

Cuando pensamos sobre los 12 años de revolución y sobre las posibilidades de continuar bajo este régimen o la oportunidad democrática de darle un freno en las elecciones de 2012, utilizamos la estrategia de “culpar al otro” cuando decimos que por una u otra razón “estamos como estamos”. El hecho es que sin quererlo, o haciéndolo expresamente, nos hemos convertido en cómplices de la revolución. 

No sólo son cómplices aquellos que se visten de rojo para ganar el salvo-conducto de transitar libremente incluso limitando la libertad de otros, ni aquellos que embargan sus valores siguiendo un proceso que, dudo mucho, sea tan humanista como pintan en el papel; tampoco son los únicos cómplices los que han sumado riquezas valiéndose de la corrupción revolucionaria y contradiciendo el discurso “socialista” emanado desde el alto gobierno. 

Somos cómplices los que evitamos escuchar a los jóvenes que alzan su voz en contra de la opresión y un régimen que atenta contra la libertad; los que vemos y decimos, pero no actuamos; aquellos que pensamos que las inhabilitaciones y las persecuciones políticas no tocarán nuestras puertas; los que nos oponemos al gobierno, pero seguimos su agenda al pie de la letra; los que calculamos cada paso que damos por el famoso “costo político”; somos cómplices cuando la apatía nos vence y cercena nuestras ganas de participar; somos cómplices cuando vemos el voto como una obligación tediosa y no como un deber y un derecho ciudadano. 

La decepción nos ha llevado a hacernos cómplices de un régimen al que supuestamente nos oponemos y la falta de solidaridad con las luchas ajenas nos hace luchar siempre solos. Lo que sucedió en Egipto es una muestra de solidaridad, de darse cuenta que la bandera que enarbolamos los jóvenes -“la lucha de uno es la lucha de todos”- cobra vigencia con el pasar de los días; es el resultado de una decepción que se convirtió en acción. 

Sólo espero que reflexionemos y no esperemos a llegar a 30 años de silente complicidad.

RBR

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