jueves, 30 de septiembre de 2010

26 de Septiembre: Un resultado, muchas lecturas

Concluye la jornada electoral y luego de una larga espera que se prolongó hasta avanzadas horas de la madrugada, los que estábamos despiertos pudimos observar como la Rectora del CNE, Tibisay Lucena, luciendo un poco desconcertada y en ocasiones nerviosa, luego de un preámbulo que a lo largo de 14 elecciones no ha sufrido modificaciones importantes y de un gran sorbo de agua, se dispuso a dar los resultados. 

Al final, poniendo en duda la eficiencia de un sistema electoral que aunque automatizado nos mantuvo durante más de 8 horas (luego de cerradas las mesas) esperando por una lista de nombres que nos diría si definitivamente la Asamblea Nacional sería un reflejo de la sociedad venezolana, multicolor y plural o seguiría siendo una extensión de la sala de debates del PSUV, con un par de infiltrados que retrasaban la discusión, se dieron los resultados: 98 diputados para el PSUV, 65 para la alianza representada por la Mesa de la Unidad Democrática y 2 diputados para el PPT. Un resultado que en mi opinión tiene muchas lecturas, a continuación las que le doy: 

En primer lugar, que el PSUV no obtuviera ninguna de las mayorías calificadas (2/3 o 3/5) no lo interpreto como un debilitamiento sustancial de esa fuerza política, esto porque no existe un punto de comparación para afirmar dicho punto, es decir, no sabemos cuántos diputados hubiesen obtenido si la oposición hubiese asistido a las elecciones en 2005. Lo cierto es que desde este momento existe una correlación de fuerzas que trancará un poco el tránsito libre de leyes inconsultas y hechas a la medida como se hace en el período en curso. 

En segundo lugar, la oposición obtiene una victoria relativa, logra posicionarse con fuerza en un espacio donde por muchos años estuvo ausente y donde sólo pudo ser escuchada cuando algunos diputados de tendencia oficialista decidieron “cambiarse de bando”, pero sigue sin contar el número de escaños suficientes que le brinde autonomía para la promoción y aprobación de leyes importantes. 

En tercer lugar, el PPT apostaba a consolidarse como la “3ra vía”, pero vio frustradas sus aspiraciones con los resultados de estos comicios: tan sólo 2 diputados. Observando ese número con detalle y viendo que el PPT es un partido que hasta hace poco se consideraba revolucionario, resultaría lógico pensar que la tarea del PSUV por conseguir un diputado más que garantice los 3/5 de la AN (99 diputados) no es tan cuesta arriba. 

Por último, la LOPE. La Ley Orgánica de Procesos Electorales dejó en evidencia que está hecha a la medida del partido de gobierno, un partido rural que concentra sus fuerzas en los estados menos poblados y desarrollados del país, sitios donde se asignaron una gran cantidad de diputados lo que permitió el ilógico hecho de una correlación de fuerzas desproporcionadas. El PSUV, con el 48% de los votos logra concentrar el 59,43% de los escaños en la AN, mientras que el resto de las opciones (MUD y PPT), con el 52% de los votos en conjunto, sólo obtuvieron el 40,57% de los diputados. Queda a la vista que esta ley nos propone un sistema antidemocrático donde el voto de algunos venezolanos vale menos que el de otros. 

Resultó impactante ver que el presidente no se acercara a compartir con el grupo de fieles seguidores que tras cada victoria electoral se concentran en el balcón del pueblo a escuchar las palabras de su líder victorioso, esa noche me pregunté: ¿será que el presidente no se siente ganador? Pues creo que no y es por eso que en estos 3 meses, antes que asuma la nueva Asamblea Electa, se radicalizará el proceso a un ritmo vertiginoso, que sólo nosotros los ciudadanos podremos detener. 

Al final, el 27 de septiembre amanecimos con un país multicolor, con la sensación de haber hecho un trabajo que valió la pena, con las ganas de seguir acá y no renunciar a la lucha por nuestro país. Aunque a muchos no les guste, para mí el gran resultado de esta elección es el reflejo de lo que todos los venezolanos queremos, un país heterogéneo donde todos estemos representados y donde el diálogo y la tolerancia sean nuestras banderas. A partir de enero, el diálogo es obligatorio, esperemos que sea fructífero.

RBR

1 comentario:

Creer ES Poder dijo...

Hola, amigo, dejé 3 comentarios en el Universal; tu escrito da pie a muchas lecturas, como dice tu título. Espero los leas.
Comencé por tu final, porque lo considero vital: acotando que el Diálgo siempre da buenos frutos; a diferencia de los monólogos en que nos enfrascamos, jurando que estamos dialogando.
Luego comento acerca de lo importante de la incorporación Participativa y Protagónica del Pueblo.
Auguro éxito si la nueva AN logra incorporar estos elementos: Era del Diálogo y que el Pueblo autorice la aprobación y/o derogación de Leyes...
Ah, de nuevo considero que este fue un Gran Triunfo de los Jóvenes... Felicitaciones.